Olvidada…

A veces es solo eso, mi mente olvida que existo… Pero estoy ahí, durmiendo. A veces despierto en mitad de la noche, sonámbula, con un grito, una tragedia. Hay quienes olvidan esos momentos, quienes caen presa del terror y abandonan el pasado, lo borran, lo olvidan.

Yo no soy esa. He aprendido a amar cada momento, cada tristeza. 
He aprendido a despertarme en medio de la noche y plasmar mis sueños en letras… 
Para no olvidar.

He aquí una historia rescatada de mi diario de ensoñaciones… que a veces se confunden con la realidad ¿o tal vez sean solo eso? Las cenizas aun siguen vivas en mi recuerdo. Incluso juraría que este pergamino está quemado ¿Lo incendié yo?

Aun recuerdo Mente Enloquecida... mi anterior historia. He creado una nueva pestaña en la parte de arriba llamada Historias Olvidadas, donde podéis entrar a contemplar aquello que no visteis, o que queréis ver de nuevo...

Hace unos días, deambulaba por la calle y encontré un lugar en el que los pájaros se acercaban a robarte la comida. ¡Que horror! Casi salí corriendo, cuando escuché la conversación de dos personas que pasaban. Hablaban de algo llamado Twitter con un gran entusiasmo. Algo así como un nuevo invento de eso que llaman “tecnología”. No pude resistir la tentación de buscarlo, de encontrar eso que llaman twitter… Y lo encontré!! Un lugar más donde escribir mis delirios, donde desahogarme cada vez que me despierte en mitad de la noche y vea mi cara reflejada en el pánico de unos ojos ajenos…


Encuentrame…

Antha d’Irlenbrant. 

Doble personalidad

De pronto, junto al fuego, nada encaja donde debiera. Y cuando digo nada, me refiero a la nada absoluta. A nadie. Ni el color del cielo que atardece justo del modo en que no debiera hacerlo. Ni la temperatura del viento. Tampoco es correcto el arco de mis dedos, que al sujetar el lapicero no encuentran la forma de convertir al lobo fiero de papel en un rebaño de fieles corderos.

Parece mentira que ayer también fuera yo. ¿O era otro? ¿Un impostor?

Lo único que recuerdo con claridad es que ayer todo era perfecto. El cielo tenía el color correcto, y me permitió robarle un pedazo para pintar el fondo de mi lienzo. El viento también se mostró amable conmigo, me sonrió entre abrazos de brisa y me templó los dedos mientras hacía danzar el pincel.
Ayer transformé miles de papeles blancos en escenas, en historias contadas con trazos, en leyendas.
Ayer era musa y artista, todo fluía, el mundo se balanceaba y bailaba risueño... y yo formaba parte de ello.

Hoy llueve. Duele. Y no encajo en ningún lugar. Ni tan siquiera en los mundos que creé yo misma para dejar de sentir pegada a mi piel esta maldita soledad.

                                                                                                                                       
Antha d'irlenbrant

Reflejo

El cristal estaba empañado por miles de diminutas gotas que distorsionaban la realidad que había al otro lado; coches, personas con paraguas corriendo de aquí para allá... Pero detrás de esas gotas todos ellos parecían sombras, espectros sin forma...

No pude soportar la idea de mirar por mas tiempo esas figuras distorsionadas. Giré la cabeza, pero lo que había en la habitación también era gris y enfermizo. 

Algo llamó mi atención. Alguien acababa de colar una nota por debajo de la puerta. Me acerqué hacia ella, desdoblé el papel y leí:

"Me encantó el retrato que me hiciste el otro día, mientras me mirabas por la ventana. Si, soy la chica que estaba sentada en el parque, leyendo. No sé si dejaste caer intencionadamente aquella hoja con el retrato, pero al instante me enamoré del reflejo que me devolvieron tus manos. Pregunté a ver si alguien te conocia, pues había advertido que me estabas mirando. Un amable señor me dijo que vivias aquí. Soy demasiado tímida como para llamar a tu puerta y decirtelo... pero aquel retrato me alegró el día. Deberías compartir tu don con el mundo...
Firmado: Una admiradora "secreta"...


Entonces, en ese preciso instante... decidí por una vez en mi vida hacer caso a un extraño. Durante toda mi vida, siempre había hecho caso a mi propio corazón, y todo siempre había terminado en una tragedia, en un fracaso... Tal vez aquellos ojos ajenos me ofrecieran un nuevo punto de vista, tal vez incluso me enfocaran y definieran, del mismo modo que las gotas de lluvia distorsionaban a las gentes de afuera, pero a la inversa.

Hoy, abro este lugar, como una parte de mi alma...
Aquí mostraré mi vida, mis delirios y mi desgracia. Mostraré mis alucinaciones y mis incoherencias. Porque así soy yo... bienvenidos a mi función.

Antha d'Irlenbrant.
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